Ni pueblo árabe, ni pueblo balcánico, ni pueblo antiguo,
pero país vivo, una nación europea:
¿y qué eres tú? Tierra de infantes, hambrientos, corruptos, gobernantes
secretarios de terratenientes, burócratas con cola de caballo,
Abogaduchos con el pelo untado de grasa y pies cochinos, funcionarios
canallas liberales como familiares puritanos,
¡Un cuartel, un seminario, una playa pública, ¡una casa de putas!
Millones de pequeño burgueses como millones de cerdos
empujándose mientras pastan bajo intactos complejos deportivos,
entre casas coloniales con las pinturas descascaradas como iglesias.
Sólo porque exististe, ahora no existes,
sólo porque fuiste consciente, eres inconsciente.
Y sólo porque eres católico, no puedes pensar
que tu mal sea todo mal: culpa de todo mal.
Sumérgete en este hermoso mar tuyo, libera al mundo.
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