lunes, 13 de octubre de 2025

Evaristo Carriego, Una sorpresa

 «Hoy recibí tu carta. La he leído

con asombro, pues dices que regresas,
y aún de la sorpresa no he salido...
¡Hace tanto que vivo sin sorpresas!
«Que por fin vas a verme..., que tan larga
fue la separación...» Te lo aconsejo,
no vengas, sufrirías una amarga
desilusión: me encontrarías viejo.
Y como un viejo, ahora, me he llamado
a quietud, y a excepción -¡siempre el pasado!-
de uno que otro recuerdo que en la frente
me pone alguna arruga de tristeza,
no me puedo quejar: tranquilamente
fumo mi pipa y bebo mi cerveza».

No hay comentarios:

Publicar un comentario