lunes, 22 de septiembre de 2025

Serguéi Yesenin, Sin lamentos

 «Sin quejas, ni lamentos, ni llantos,

como el humo a través del florido manzano
hasta mí llegó la marchitez dorada.
Ya no seré más joven y lozano.
Ya no lates con la fuerza de antes,
mi corazón tocado por el hielo,
y caminas descalzo por el bosque,
ya no es una ilusión, no es un anhelo.
El deseo de aventura cada vez es menor
y el fuego de los labios ya se ha ido.
¡Oh mi joven y lejano frescor
mis antaños pletóricos sentidos!
Ahora son escasos mis afanes.
¿He vivido mi vida o la he soñado?
Es como si en un alba primaveral
galope sobre un caballo rosado.
Nuestro destino es frágil y finito
el cobre de las hojas lento emana,
por todos los siglos sea bendito
lo que florece hoy para morir mañana».

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