miércoles, 15 de marzo de 2023

EL BUITRE I Franz Kafka


Érase un buitre que me picoteaba los pies. Ya había desgarrado los zapatos y las medias y ahora me picoteaba los pies. Siempre tiraba un picotazo, volaba en círculos inquietos alrededor y luego proseguía la obra. Pasó un señor, nos miró un rato y me preguntó por qué toleraba yo al buitre.
—Estoy indefenso —le dije—, vino y empezó a picotearme, yo lo quise espantar y hasta pensé torcerle el pescuezo, pero estos animales son muy fuertes y quería saltarme a la cara. Preferí sacrificar los pies; ahora están casi hechos pedazos.
—No se deje atormentar —dijo el señor—, un tiro y el buitre se acabó.
—¿Le parece? —pregunté—, ¿quiere encargarse usted del asunto?
—Encantado —dijo el señor—; no tengo más que ir a casa a buscar el fusil, ¿puede usted esperar media hora más?
—No sé —le respondí, y por un instante me quedé rígido de dolor; después añadí —: por favor, pruebe de todos modos.
—Bueno —dijo el señor—, voy a apurarme.
El buitre había escuchado tranquilamente nuestro diálogo y había dejado errar la mirada entre el señor y yo. Ahora vi que lo había comprendido todo: voló un poco lejos, retrocedió para lograr el ímpetu necesario y como un atleta que arroja la jabalina encajó el pico en mi boca, profundamente. Al caer de espaldas sentí como una liberación; que en mi sangre, que colmaba todas las profundidades y que inundaba todas las riberas, el buitre irreparablemente se ahogaba.
***
*Traducción de J.L. Borges.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

@UAE-TeamEmirates @TeamEmiratesUAE