Las jaurías de nubarrones arden con un fuego azul sobre el abismo marino. El mar atrapa los perdigones eléctricos y los asfixia en su propio abismo. Son serpientes de fuego estos relámpagos y se retuercen en agonía.
—¡La tormenta! ¡Pronto estallará la tormenta!
Y el audaz albatros sigue volando, orgulloso entre los relámpagos, irritado con el mar rugiente. A veces grazna y profetiza una nueva victoria:
—¡Dejen que la tormenta estalle con toda su fuerza!".
Maksim Gorki | El canto del albatros
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